CONTINUIDAD
INTRODUCCIÓN
Una película sonora profesional debe presentar un flujo continuo, suave y lógico de imágenes visuales, complementadas con un sonido que describa el suceso filmado de una manera coherente. Es el aspecto continuo de una película, es decir, la continuidad, el que decide el éxito o fracaso de la producción.
Se prefiere una película con una continuidad perfecta porque describe los hechos de forma realista. Una película con una continuidad fallida es inaceptable, porque distrae más que atrae. Esto no implica que la acción deba fluir suavemente en cada plano de la película. Hay veces en que una impresión o un estado mental perturbado deben ser mostrados de tal manera que el público sea impresionado emocionalmente por imágenes incoherentes. Estas son excepciones.
Una película es la grabación de un suceso que es, en realidad, ficción o fantasía. Las imágenes deben reproducir la vida real o un mundo imaginario. El sonido puede ser diálogo y/o narración acompañados de una música y unos efectos sonoros apropiados. Los elementos visuales y sonoros de una película deben estar integrados para que se complementen mutuamente a la hora de afectar al público.
Toda película debe estar basada en una planificación. Dicha planificación puede ser unas pocas notas mentales, unas sugerencias garabateadas, un esquema, un story board, o un plan de rodaje detallado. Podemos decir que la planificación es un preliminar de la película sobre el papel. Un plan continuo del rodaje y el montaje que se van a realizar. A no ser que sea un plano de una noticia, una película no puede describir un suceso en una sola escena. Se necesita una serie de escena, una secuencia, para retratar cualquier acción apropiadamente. Un secuencia sin una elipsis temporal debe presentar un suceso de un forma continua y realista.
Podríamos comparar las secuencias de una película con los capítulos de un libro. Un director que trabaje con un guión detallado está obligado a pensar en la película como en una serie de tomas que forman cada secuencia; y una serie de secuencias que forman la película entera. Un operador que improvisa también debe pensar en las secuencias, y no en los planos por separado. La acción fluirá suavemente de plano a plano sólo cuando la acción general de toda la secuencia esté desglosada en las acciones particulares que se necesitan en cada plano. Sin una buena continuidad, una película sería un revoltijo de instantáneas en movimiento sin ninguna relación entre sí. Aunque estas películas tengan movimiento en cada plano individual, no serán una serie de imágenes fluidas y fusionadas. A causa de las imágenes espasmódicas, chirriantes y mal enlazadas de una continuidad pobre, la atención del público se desviará del asunto principal. La buena continuidad anima al espectador a sentirse absorbido por la narración sin distracciones aburridas. El primer propósito de una película, tanto si es ficción como si es un documental, consiste en atrapar y mantener la atención del público, desde el plano inicial hasta el final. Para conseguir esto, la película debe presentarse con imágenes visuales, invitando al espectador a involucrarse en la historia de la pantalla. Si los espectadores tienen que imaginarse a dónde ha saltado la cámara de repente, o por qué se ha producido un cambio inesperado en la acción de los actores, se rompe el encanto.
Las películas crean y mantienen ilusiones. La ilusión se destruye siempre que se desvía la atención o el interés de los espectadores. Una continuidad suave, fluida y realista puede contribuir más al éxito de una película que cualquier otro recurso cinemático.
TIEMPO Y ESPACIO CINEMÁTICO CONTINUIDAD DE TIEMPO Y ESPACIO
Una película puede crear su propio tiempo y espacio, para adaptarse a cualquier tipo de narración. El tiempo se puede comprimir o extender, acelerar o ralentizar, o incluso se puede mantener constante tanto tiempo como se desee. El espacio se puede empequeñecer o aumentar, acercar o alejar, presentar con una perspectiva verdadera o falsa, o simplemente reconstruir en un escenario que puede existir sólo en la película. Ambos, o uno de ellos, tiempo y espacio pueden ser eliminados, recreados y presentados de una manera que ayude a la comprensión del público.
Una película puede ir a cualquier punto en el tiempo y en el espacio en cualquier momento. Así pues, una historia puede dar un salto de época repentino, trasladarse a otro punto del mundo; o una escena puede ser acelerada; o un escenario puede aparecer con una perspectiva diferente. El tiempo y el espacio pueden ser reales o imaginados, ampliados o reducidos, disociados o asociados. Se puede presentar un suceso entero como sucedió realmente o fragmentado en pedazos en los que sólo se muestren ciertas impresiones o lo principal. Algunas localizaciones separadas en el espacio se pueden presentar en solitario, o combinadas en la película para aparecer como una sola localización. Un uso apropiado tanto del tiempo como del espacio aumentará los valores visuales y sonoros de la historia de la película. Los abusos en los requisitos de tiempo y espacio pueden destrozar la receptividad del público hacia los sucesos de la pantalla.
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