LAS NECESIDADES DEL MONTAJE
Todo el metraje presentado al montador ha de cumplir tres requisitos: TÉCNICOS. ESTÉTICOS. NARRATIVOS.
LOS REQUISITOS TÉCNICOS
Los elementos técnicos de una película, tales como el tratamiento fotográfico, la iluminación, el color, la exposición, el sonido, etc, deben ser uniformes en una producción de calidad. No debe ser aparente ninguna diferencia visual o sonora a la hora de empalmar la película y se debe obtener una copia final apropiadamente sincronizada y equilibrada. Un fallo de raccord o montaje puede molestar o distraer al público, a no ser que sea añadido deliberadamente para conseguir algún efecto especial. Una porción de sonido pobremente grabada, un cambio perceptible en la iluminación, un color desequilibrado o cualquier otra discrepancia técnica es inaceptable. Se presupone una excelente habilidad en el personal técnico de las películas de ficción producidas profesionalmente. Si los cineastas de películas no comerciales esperan que sus películas reciban una atención apropiada por parte del público, han de esforzarse por conseguir un calidad profesional.
LOS ELEMENTOS ESTÉTICOS
Los documentales han de ser tan bellos pictóricamente como sea posible dentro de unos limites realistas. Este plano documental de unos operadores de un radar queda mejorado con una iluminación dramática. |
La película ya montada debe desarrollarse en una serie de imágenes en movimiento, agradables de ver y fáciles de entender, a no ser que el cineasta desee, por razones narrativas, impresionar o distraer al público, o crear una reacción violenta o desagradable en el público. Las composiciones escénicas, los movimientos de los actores y la cámara, los efectos de luz, la elección de colores, el tratamiento de la cámara y otros aspectos pictóricos del escenario, vestuario, fondo y accesorios deben estar integrados teniendo en cuenta su valor acumulativo cuando los planos son finalmente montados. El buen operador se esfuerza en conseguir las imágenes en movimiento más bellas posibles. Sin embargo, en condiciones de rodaje documental, a menudo es mejor presentar una película realista más que otra pictóricamente bella. Esto no implica que la belleza y el realismo no puedan ser combinados, o que las películas documentales hayan de rodarse de forma rutinaria, mecánica o poco imaginativa. Simplemente quiere decir que el material de documental debe ser representacional más que arreglado para alcanzar los objetivos fílmicos de las películas de ficción. Las películas de ingeniería, militares, educativas, de negocios, industriales, de fábricas o cualquier otro tipo de documental han de ser tan bellas como sea posible pero dentro de unos límites realistas. Los elementos pictóricos deben ser tratados de una forma estéticamente adecuada, sin quitar la parte de espectáculo que tiene el tema a tratar. El objetivo principal de un documental es «vender» el tema, no la fotografía.
LOS FACTORES NARRATIVOS
Los planos técnicamente perfectos y excelentemente compuestos tienen poco o ningún sentido si se presenta la película de forma ilógica, incoherente o poco interesante. No se debe forzar ni confundir al público a la hora de seguir el argumento o el tema de la película, a no ser que los desvíos del argumento ayuden en la narración.
Los problemas de la historia no son la mayor preocupación del operador que filma a partir de un guión técnico. Pero el director que filma su propia película a partir de un esquema, o unas pocas notas, debe estar seguro de que el metraje puede ser empalmado y formar así una película. Para esto se necesita un completo entendimiento de los valores de la historia, la reacción del público y las necesidades de montaje. Incluso el documental más simple debe captar el interés del público y mantener su atención según se va desarrollando la película. Después de introducir y desarrollar el tema o el argumento, la narración debe crecer en interés según avanza la historia. Cada plano debe desarrollar un punto. Todas las escenas deben estar ligadas para que su efecto combinado, más que sus contenidos individuales, produzcan las reacciones deseadas en el público. Los montadores tienen un lema: «Hazlos reír o hazlos llorar, pero hazlos interesarse.»
El objetivo más importante es hacer que el público se interese por la gente y los hechos descritos. Esto quiere decir identificarse con los personajes de la ficción y estar interesados en lo que les pasa. También implica interesarse por el tema de un documental, sea éste el que sea; por su mensaje, su tema, su problemática, su propaganda, sus tests de ingeniería, su gráfica de ventas, su proyecto, etc.
Un montador siempre se esfuerza por estar con el personaje, objeto o acción en el que el público está más interesado en ese momento de la historia. El director siempre debe mantener este requisito sobre todos los demás durante la producción, para acercarse a tomar primeros planos de acción importante de forma automática, para filmar la parte más importante o significativa de todo el suceso, y para seguir la más importante de varias acciones que ocurren al mismo tiempo. Se debe tener en cuenta lo que más interés tiene en ver el público. Un director que piensa de esta manera filmará una película que tendrá más posibilidades de captar y mantener la atención del público. Para tener éxito al rodar una película narrativamente interesante, el operador debe crear un mundo imaginario en la pantalla de forma aceptablemente realista. Esto se consigue usando la cámara como una herramienta para desarrollar la narración, no simplemente como un instrumento para grabar.
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EL DIRECTOR PUEDE APRENDER DEL MONTADOR
Un director puede aprender mucho en la sala de montaje, observando, o preferiblemente de los comentarios de un montador experimentado, que puede ofrecer una crítica constructiva de la filmación. Esto puede ser muy útil al rodar material improvisado. Tal tipo de filmación requiere un rodaje de planos individuales planeados para ser montados y aumentar así el interés del público según avanza la película. El director debe aprender cómo desmenuzar un hecho en planos individuales, primero decidiendo qué tipo de plano se necesita para cada porción en particular del hecho. Entonces debe considerar qué ángulo de la cámara en particular y qué movimiento de cámara o actores, si hay alguno, deben usarse para describir mejor esa porción de acción a ser filmada. El paso siguiente es decidir dónde insertar los primeros planos significativos de inserto o de fuga. Éstos pueden usarse para implicar más al público en los hechos descritos; para distraer al espectador, si es necesario cubrir un salto o un cambio direccional; o para reducir o ampliar los planos. Lo siguiente es anticipar cuándo será necesario proporcionar al montador planos de reacción. El director debe entender por qué es importante proporcionar planos de recurso, y por qué deben filmarse planos de cobertura adicionales que pueden resultar útiles para el montador. También debe saber cómo filmar planos para proporcionar el mayor número de posibilidades de montaje. Esto se puede conseguir solapando acciones de plano a plano, filmando entradas y salidas limpias, haciendo pausas en los planos con cámara en movimiento siempre que sea posible el inserto de planos estáticos, y otros trucos de rodaje aprendidos según se adquiere más experiencia al pensar en el montaje antes de y cuando se filma.
El director debe darse cuenta de la importancia de integrar los elementos estéticos, técnicos y narrativos en un estilo unificado, empleando la cámara de forma que aumente el interés del público. Aunque las críticas de los montadores no corregirán errores pasados, proporcionarán una reserva de conocimineto cinematográfico para proyectos futuros. Si el director entiende las dificultades que el montaje entraña, su sincronización y la disposición de los planos, tendrá una percepción del siguiente plano a rodar y podrá apreciar los problemas del montador para, así, proporcionar metraje adecuadamente filmado.
CONCLUSIÓN
Una película es concebida en la cámara y ensamblada en la sala de montaje. Cuanto mejor la concepción, mejor será la película montada. Una película bien descrita en el guión técnico, planificada al minuto y detalladamente desmenuzada con un patrón de montaje en mente, generalmente se encontrará con problemas de montaje menores y fáciles de resolver. Por otra parte, una película rodada improvisadamente requiere un tratamiento experto y debe ser fotografiada con un plan de rodaje definido y seguido a rajatabla, o con técnicas que permiten al montador un amplio abanico de posibilidades al empalmar el metraje. Incluso cuando se filma con un guión o planificación de rodaje, es aconsejable proporcionar al montador diferentes posibilidades.
Los operadores y directores experimentados proporcionan a sus montadores material más que suficiente para permitir cualquier posibilidad de montaje. Las limitaciones de presupuesto y tiempo de las películas de ficción normalmente dictan el número de posiciones de cámara, el número y clase de planos, y la cobertura de protección adicional que ha de rodarse. Sin embargo, no hay ninguna excusa para rodar planos no empalmables a causa de una filmación pobre. Si se tiene en cuenta el posible montaje antes de y durante la filmación se evitarán muchos problemas. El montador sólo puede ensamblar la película a partir del metraje proporcionado. Si necesita planos no filmados, o encuentra imposible empalmar planos, es lógicamente porque el director o el operador fracasaron a la hora de filmar los planos necesarios o los filmaron inadecuadamente. Los montadores experimentados pueden obrar maravillas para salvar metraje pobremente filmado, pero no pueden hacer milagros.
Cosas que el montador no puede hacer:
- El montador no puede cambiar la dirección de la pantalla o las miradas de los actores.
- Cambiar los valores tonales o los colores del vestuario o los decorados.
- Cambiar la composición.
- Cambiar la iluminación.
- Cambiar los ángulos de la cámara.
- Acelerar o ralentizar el movimiento de actores y/o cámara.
- Insertar primeros planos inexistentes.
- Proporcionar acción en planos estáticos.
- Cubrir saltos sin planos de recurso o reacción.
- Quitar metraje del medio de un plano con éxito si no se proporcionan primeros planos de inserto o de fuga.
- Empalmar planos consecutivos si los actores no se hayan en posición, o si se hayan mirando en la dirección equivocada.
- Corregir imperfecciones técnicas visuales o sonoras, más allá de salvar la película en el laboratorio o en el doblaje.
- Ensamblar una película con planos filmados de manera arbitraria o caótica. (Excepto modificando ópticamente la película, aumentando partes del plano hasta el tamaño de encuadre completo, o haciendo encadenados para conectar planos que serían bruscos o no se empalmarían correctamente si fueran ensamblados con corte directo, pero este tipo de trabajos de laboratorio son muy caros y siempre hay que tratar de evitarlos).
Sólo el director o directora, si trabaja solo o con la ayuda del operador y el script cuando se filma a partir de un guión de técnico, puede ver si se cumplen todos estos requisitos durante la filmación. Así pues, el montador ha de tener suficiente metraje con acción empalmable y planos adecuadamente escenificados, que permitan todas las combinaciones posibles. Los directores y operadores cualificados no intentan montar la película en la cámara hasta el punto de dejar poca o ninguna alternativa al montador. Aunque el director puede influir en gran medida en cómo se presenta la película, la prerrogativa de la decisión última debería ser reservada al montador confiando en su experiencia y saber hacer.
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